lunes, 9 de julio de 2012

CHARLATANERÍA FANTÁSTICA




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CHARLATANERÍA FANTÁSTICA

Una tortuga gigante le llevó por el ancho río. Rocas, fuego, jirones de ilusión. Los barcos del rey llevan granadas de oro y los marineros se pintan el abdomen de verde, y cuentan la leyenda de un guerrero disfrazado al que le fue encomendada la misión de asesinar a una mujer, reina de un reino fantasma que vivía en un inmenso estado oculto en el que no se podía penetrar. Rodeado de espacios abstractos e indefinidos, civilizaciones estancadas y accidentes geográficos, planetarios y galácticos.

Sin embargo el guerrero de los marineros logró sortear los innumerables obstáculos que se le pusieron en el camino y se introdujo en los círculos extremos de la organización que lleva al país de la reina fantasma. Burló al ejercito de agentes que controlaban la información, cruzó desiertos y oasis, sombra de la noche, y se adentró en la sociedad secreta de murallas inmensas y laberinto humano. Llegó al palacio multidimensional y comenzó a buscar por todos los mundos, atravesó barreras, paisajes silvestres de ríos y fuentes, gargantas y llanuras inmensas, y en la habitación de un hotel turístico encontró la clave para acceder a los aposentos privados de la reina.

Y cuenta la leyenda que cuando consiguió entrar en los círculos internos que dan acceso al corazón del palacio, a través de una zona de templos que se continuaban con zonas de reposo, deportivas, etc. fue desviado por los sacerdotes de Anuria que lo descubrieron y lo introdujeron en un túnel que daba a la primera habitación desde la cual se divisaba ahora un oasis interior que alberga el castillo en el que mora la reina de la brujería instrumental.

Entonces el guerrero cruzó la puerta de la estancia y apareció en un terrible desierto, caminó en círculos y encontró el oasis que le pareció muy pequeño pero que al acercarse le absorbió y le trasladó al mundo fabuloso de la reina de la brujería y nunca más se supo de él.

Otros dicen que al entrar en el oasis llegó a una calle y le arrastró un tumulto gigantesco de una ciudad babilónica y acabó en una taberna en la que se emborrachó. Tras dormir se despertó y todo había terminado. Estaba en casa.

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