martes, 24 de julio de 2012

EL HOMBRE DE HUMO



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EL HOMBRE DE HUMO (H.H.) OTRO SUPER SER

Sabía que podía protagonizar apariciones espectaculares sin que nadie osara preguntar en serio qué pasaba.
Así, un día en que se llenó un estadio de cien mil personas, apareció volando en las gradas superiores, ataviado a la manera de un aficionado, insignias, pegatinas, gorra, bufanda y otros atributos del ambiente.
Disparaba hacia la gente pompas de humo y saltaba, pelotazos desde el aire como bombas de gas, volaba y se desconcertaba el gentío, bajaba y caminaba con aspecto feroz, disparaba chorros, barría el suelo con ráfagas y giraba sobre sí mismo ante los atónitos aficionados que porfiaban por descubrir el truco…
Envalentonado, se dirigió hacia dos policías a caballo que se quedaron con él al momento y se dispusieron a detenerlo.
Se les acercó con su parafernalia y a los dos metros se condensó en una bola de cara diabólica que se coló por entre las patas de los caballos a gran velocidad asustándolos y haciendo caer a sus jinete . Mientras HH se proyectaba hacia el cielo como un chorro de humo y bajaba tras un bucle ,sobre la multitud aterrada cubriéndola con una niebla espesa, elevándose y perdiéndose luego en las sombras brumosas del anochecer…
Nadie se explicaba lo ocurrido…



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SIESTA
HH fue a dormir la siesta a una tormenta de polvo sahariano y volvió con turbante de Tuareg.



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RELAX
A veces HH fumaba marihuana y paseaba sobre las aguas del mar como una niebla fantasma. Se adentraba en los temporales y se dejaba traspasar por la lluvia y fundir en el oleaje. Se aparecía a los barcos en los inmensos aguaceros, tubos tridimensionales, estructuras cósmicas, hilos incuestionables de vapor espectral… Se rasgan los cielos terribles, estallan las tormentas y se iluminan toda la noche sirviendo de fondo al Hombre de Humo que acosaba, como un fantasma gaseoso, a los infelices marineros…

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HH EXISTENCIAL
HH mata el tiempo entre las chimeneas del viejo Madrid. Duerme en la contaminación.
Espera, incierto, no sabe qué. ¿Quién es? Piensa. ¿Tiene futuro? Fuerza sobrenatural, ente diabólico, paranoia, espíritu de la civilización. Existe. Cielos y tierra. Engendro sin objeto, émulo del cosmos. ¿Es de este mundo? ¿Por qué? Bestia salvaje depredadora de hombres. Oh confusión.
Sólo una súper alma venida del infierno a la tierra para aterrorizar a los imbéciles humanos. ¿Sólo eso?
¿O ellos le hicieron? Destino entre los destinos.
Flota sobre los tejados del viejo Madrid en el halo de la contaminación.


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EL HOMBRE DE HUMO (HH) ASESINA
HH se coló por debajo de la puerta.
Su figura precisa se difuminaba al andar.
Se acercó a la cama del joven y se detuvo un momento: gases espesos circulaban en su interior infinito de superser (SuSe), macroscópicas bolitas de fuego en movimiento, órbitas espesas, remolinos en los ojos, humo de espirales la cabeza, paralelos cambiantes: el Hombre de Humo.
Hizo de la mano un conducto y se lo acercó a la cara sin tocar al joven dormido: hilos de gases se colaban por su nariz, que respiraba durmiendo el gas tóxico...
Cuando comprobó que cesaba, retiró su mano el HH, se fue hacia la puerta y salió de la misma manera.
¿Por qué?


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VICIO
En días de fumada, HH se ponía a gripar motores de coches en hora punta: se metía por los tubos de escape y hacía estragos.
Sólo que al día siguiente tenía una gran resaca.


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EROTISMO GASEOSO
Un día HH quiso tener relaciones sexuales y se le apareció a la señorita Mariló después del baño. Era un vapor naranja subliminal, los labios dos nubes malvas inquietas, dos soles los ojos amables y divinos, sensual y a su manera, carnal.
La señorita Mariló se quedó muda de asombro al verlo. HH se acercó y la envolvió en su cuerpo de espesores. Millones de chorros hacía ella deseándola y tomándola. Quiso oponer resistencia a aquel hecho sobrenatural pero fue rociada con un gas dulce y embriagador que la predispuso para el encuentro, al que se entregó en cuerpo y alma.
HH la penetró por todas partes durante horas. Se disolvió en su sangre y alcanzó lo más recóndito de ella que, embriagada, se dejaba poseer con lujuria.
HH fue saliendo por todos los orificios de su cuerpo y por los poros de la piel formando una nube exhausta, como después de una tormenta.


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CATÁSTROFE
Una noche, HH, imbuido de un frenesí bíblico, decidió castigar personalmente a los hombres de aquella ciudad pérfida.
Se coló por las conducciones del aire acondicionado en una discoteca, provocó un cortocircuito y extendió el fuego con rapidez. Luego, él mismo comenzó a lanzar gases asfixiantes en abundancia: chorros, cascadas, bolas de humo hasta los más ocultos rincones del local.
Causó la muerte por envenenamiento a ochenta y tres personas.


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HH FUMADORES
Merodeaba por un bar atestado de humo. Aburrido de tantas estupideces, se comprimió hasta convertirse en una onda, se acercó a un cigarrillo y se metió en él. El dueño dio una calada e introdujo a HH en sus pulmones. Este se expandió de inmediato provocándole una tos espantosa y un ahogo terrible. Parecía que se había tragado un volcán, le salía humo por todos sitios. Cayó al suelo mareado.
HH lo dejó y se metió en otro cigarrillo.


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BOLERA
Una bola de humo rodaba hacía el turista en aquella calle del parque histórico delimitada por altos setos. Chocó con él y se le subió a la cabeza. El hombre comenzó a toser y a agitar con las manos aquella niebla que le impedía ver y respirar. Pero la bola de humo no se iba y no conseguía deshacerse de ella. Tuvo que respirar y se envenenó.
Era el Hombre de Humo que jugaba a los bolos.




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