LITERATURA SATÁNICA

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LITERATURA SATÁNICA

Iba a tomar el metro en Atocha cuando se me acercó un Testigo de Jehová, rubio, de piel muy blanca, marcado acento extranjero. Yo estaba revisando unos papeles y él no se atrevía a hablar.

-¿Quieres algo?

- Sí, soy un misionero que anuncia el reino de Cristo.

- No tengo tiempo para la religión.

-¿No tienes tiempo para Dios?

- La religión es ideología, es política, no me interesa.

- No, no, es la Biblia, la Biblia es la verdad.

Y me la mostró.

- Mira lo que leo yo.

Y le puse delante de las narices el libro que llevaba para leer en el suburbano: "Literatura Satánica". Lo leyó con dificultad, se asombró un poco y preguntó:

-¡Ah! ¿Eso te gusta?

- Sí.

- Jesucristo es la verdad - se envalentonó.

- Y el Diablo también.

Me alejé. Aún tuvo tiempo para anunciarme, elevando la voz:

-¡Jesucristo es la verdad!.

Yo bajé las escaleras del metro mostrándole el libro.