miércoles, 18 de julio de 2012
BESO DE ACERO
198
BESO DE ACERO
Los Nikkkin sacaron al prisionero terrestre y lo exhibieron en la corte, en un salón de fiestas. Corrillos de polémicas, bebidas, charlatanería política, pactos. Varios filósofos borrachos se acercaron al encadenado y decidieron someterlo a un juego cruel: entregárselo a su propio robot para que lo devorara.
Trajeron al mecano y lo desprogramaron de la obediencia humana, además de hacerle otros retoques.
-¡Ala con él! - lo azuzaron contra el cautivo.
El robot se acercó al hombre y empezó a besarle en le boca, royéndosela. Le comió media cara en pocos minutos.
Muchos Nikkkin dejaron las disputas y vinieron a verlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario