martes, 24 de julio de 2012

LITERATURA TOTAL FIN DE SIGLO





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LITERATURA TOTAL FIN DE SIGLO

Salgo de casa con la idea de comprar prensa. A pesar de ser agosto, mes vacacional por excelencia en Occidente, nuestro gendarme universal ha efectuado un ataque de castigo contra posiciones fundamentalistas islámicas que anteriormente habían volado con explosivos dos de sus embajadas en Africa central.

Me encuentro con Javi Pirata que va al mercado, nos saludamos y charlamos un momento de algunas cuestiones pendientes. Vuelvo hacia casa y me detengo en el Bonano, taberna postmoderna, allí está Floro, hablamos un poco mientras pido una cerveza y comentamos las noticias que leemos en el periódico, hay una curiosa que dice: “El Vaticano admite que analizó hace diez años el cráneo de un Papa muerto misteriosamente en 1296. La versión oficial durante siglos ha sido la de muerte natural. Sin embargo ahora, analizados por escáner los restos del pontífice, se ha descubierto un largo clavo de plomo en su cabeza”.

Comentamos el ataque americano a Sudán y Afganistán, que si no es más que una cortina de humo sobre uno de los flagrantes adulterios de Clinton, etc.

Javi Pirata vuelve del mercado y se mete en el Bonano. Seguimos hablando de los temas pendientes y otras curiosidades plásticas, viajes, ocio y del negocio de los bares de La Latina.

Llegan otros amigos y el grupo se escinde. Yo hablo con una vecina, Ana, profesora de instituto. Acaba de llegar de vacaciones y va a dejar el barrio, el piso le resulta caro para ella sola y ya está cansada del ambiente claustrofóbico, de tanta gente conocida. No sabemos qué es mejor, si mucho o poco. En una ciudad pequeña, al cabo del tiempo acabas conociendo a todo el mundo. Aquí, la gente no tiene fin y pierdes muchos contactos interesantes, porque conoces a alguien un día y luego no le vuelves a ver en la vida. Por eso hay que espabilar tanto en las relaciones fugaces.

El barrio sigue de moda y va a más. Admiramos las obras de la Iglesia de San Andrés: han retirado los andamios de la cúpula, le han dado ese tono pastel tan en boga en las rehabilitaciones fin de siglo.

Tabernas a montones y siguen abriendo, negocios paganos de alcohol y contactos. Pero, curiosamente, la expansión de los locales tiene unos límites muy determinados de calles y zona. Aunque siguen ganando espacio y no sabemos cuando se detendrá el fenómeno. Cuando terminen las obras, un conjunto monumental dominará el área de las plazas de La Latina, con una iglesia, incendiada en la Guerra Civil, rehabilitada, La Capilla del Obispo y el Museo de San Isidro con el Pozo Milagroso.

Ana se va con una amiga a comer y yo continúo con Javi Pirata y un colega. Hablan de la Naturaleza, animales salvajes y domésticos. Cuenta el amigo un cuento de un zorro que para quitarse las pulgas se arrancaba un mechón de pelo y se metía muy despacio en el agua de un río, muy despacio, muy despacio. Las pulgas tenían tiempo para ir huyendo hacia la cabeza, el zorro continuaba hundiéndose, hundiéndose y las pulgas huyendo a terreno seco, hasta llegar al mechón de pelos que el ladino tenía sujeto con los dientes. Cuando todas las pulgas están en él, el zorro lo suelta y se lo lleva la corriente con todas las pulgas en él.

Javi cuenta a continuación el caso de los árboles enamorados. ¿Árboles enamorados? Sí, así llaman a un haya y un roble de considerable tamaño que tienen los troncos unidos, hacia el sur el roble y hacia el norte el haya. Este espécimen insólito existe en un bosque de Cantabria y es centenario. Se cree que pusieron las semillas juntas, germinaron juntos y entrelazaron sus raíces desde entonces. Sus troncos crecieron, cada día más estrechamente unidos, fundidos en un abrazo vegetal.

Con estas y otras historias pasamos el rato…

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