ESPAÑOLADA

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ESPAÑOLADA

Fuimos al museo convento de las Descalzas Reales situado en el corazón de Madrid.

Tras sacar el billete pasamos a una sala de estar, donde ya había otras personas esperando, y de cuyas paredes colgaban cuatro cuadros representando a otros tantos arcángeles de alas enormes y espadas vistosas.

Al poco, una superfuncionaria apareció por la puerta de entrada y nos conminó a que pasáramos al interior.

Atravesamos un claustro espacioso con jardín en invierno, seguidos de cerca por un guardia de seguridad. La funcionaria comenzó a hablar en la primera escalera: mármoles, pinturas, esculturas, alfombras, mobiliario como el de un palacio del siglo XVII.

Y luego la colección de tesoros religiosos y reliquias, Cristos yacientes de imaginería superrealista, infantes de sonrisa angustiante, rarezas de incoherentes reflejos solitarios, rayos de frugal intensidad eterna, lágrimas y gotas de sangre purísimas… Y te buscan desde las paredes de su mundo y te penetran con las palabras de la superfuncionaria.

¿Cuantos conventos de clausura sigue habiendo en Madrid? ¿Qué significa tal actitud en la actualidad?

Los más importantes de ellos estuvieron asociados a la corona y a la nobleza de alcurnia.

Han logrado pasar por encima de los siglos y traernos un poco de la esencia de aquella época. Once monjas. Con electrodomésticos y todas las comodidades del mundo moderno.

¿Una perla o una china en el zapato?

De cualquier manera ellas son Las Descalzas y no se dejan ver.