martes, 14 de agosto de 2012

OTRO CUENTO SEXUAL




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OTRO CUENTO SEXUAL

En la película de la televisión, tras muchas intrigas, la chica se entregó. Se quitó la camiseta y luego el sujetador: unas fabulosas tetas se desparramaron sobre las manos del hombre...

Todas las mujeres presentes comenzaron a criticar y a quitar importancia a las tetas.

Mar y yo habíamos quedado para luego. Pululamos por la noche buscándonos el uno al otro. Hasta que, a cuento de las tetas de la televisión, lo conseguimos.

Comentaba el hecho comparándose. Los hombres alucinan con la pantalla y tienen a su alrededor mejor material. El suyo lo era.

Yo estaba de acuerdo. Me gustaba más y no me importaría comprobar su calidad.

Me tomó la palabra. Dijo que me lo mostraría muy a gusto.

Salimos del bar y nos metimos en un jardín de los alrededores. Cuando encontramos un lugar adecuado se sacó la blusa del pantalón, se quitó el sujetador, luego se desabrochó los botones de la blusa con suspense y dejó a mi vista unas espléndidas tetas. Como las de la película pero de verdad.

Me acerqué y le acaricié los pechos suaves y cálidos. Nos besamos apasionadamente. Ella y yo éramos un regalo mutuo. Nos escondimos más y nos dispusimos para disfrutar de nosotros.

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