EL PROFETA
Apareció el Profeta, resplandeciente, envuelto en aquel halo Special. Se dirigió a Rosnar:
- Así que no crees en Me.
- Yo, señor...
- Eres tozudo, te cuesta pensar. Te va a salir otra cabeza Me para que te enteres.
Y dijo esto señalándolo.
- Yo, señor... Me resulta difícil creer que sois omnímodo.
- Tu incredulidad me aburre. Vas a conversar conmigo sin cesar.
Y ya la cabeza de Rosnar había sido desplazada a un lado por la cabeza del Profeta. Pero esta no resplandecía ni tenía halo Special. Era normal.
Rosnar la miró, su cuerpo sufrió una sacudida y tuvo la sensación, francamente esquizofrénica, de tener otra mente.
El Profeta se fue con sus discípulos. Rosnar - Me fue rodeado por curiosos que se reían de él.
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