CLASES DE NATACIÓN PARA TIBURONES

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CLASES DE NATACIÓN PARA TIBURONES

Esto era un sueño. La protagonista llega con su coche a la piscina cubierta. Aparca y sale.

Sobre el tejado del polideportivo hay una ola de neón.

Al entrar encuentra el recibidor vacío. Oye ruidos en los vestuarios, acude y al abrir la puerta siente miedo: es como un laberinto hasta la zona del botiquín.

Se adentra. Ruidos extraños, chapoteos, grititos heridos. Toda una sensación casi sensual. Qué gozo en el deseo desconocido.

Puertas batientes chirrían a sus espaldas, de una cabina a otra, pasillos y pasillos. Hasta que llega a uno general que conduce a la salida. Hay un cartel en la puerta que pone:

CLASES DE NATACIÓN PARA TIBURONES

Tal intriga desvanece sus expectativas.

¿Sí?

Abre y al otro lado hay una civilización que cría tiburones en sus casas y los lleva a las piscinas para enseñarles a nadar. Sí, le explican, en nuestros acuarios no pueden explayarse.

Y le muestran el día de alevines: tiburoncitos cortan el agua con sus aletas y saludan enseñando los dientes triangulares.