martes, 26 de junio de 2012
COMO IR AL CIELO EN EL ÚLTIMO MOMENTO
65
COMO IR AL CIELO EN EL ÚLTIMO MOMENTO
Kavron había sido un mal tipo. Las había hecho de todas. Hasta que un buen día reventó. Antes de diñarla tuvo tiempo de confesarse. Llegó el cura, amigo suyo, y se encomendó a Dios.
- He hecho de todo, tío, me voy a condenar.
- No, hombre, arrepiéntete y ya está.
- Me arrepiento.
- Pos vale, tío.
Y le dio la absolución.
Murió Kavron y en el Juicio Final se defendió con uñas y dientes.
-¡Qué me he confesao, coño!
- No, no, has sido muy malo, al trullo infernal.
-¡Me he confesao, me he confesao!
Un archiarcangel intervino.
- A ver, ¿qué ha hecho este capullo?
Y allí forzó a una menor, pero como era el amo, nada. Allá engañaba a un cliente, y más riqueza, se corrompía, conspiraba, participaba en asaltos y matanzas, prosperaba. Se refocilaba a una huérfana, se pasaba por la piedra a viudas y casadas, se cachondeaba de Dios y su padre. Jefe político, dictadura aquí y allá, canalla vulgar, borrachuzo, blasfemo y truhán. Un cabrón en toda regla, un fascista consumado.
- Pero me he confesao, tío.
- Tiene que ir al Cielo.
- Así lo manda la ley del Juicio Final.
- ¡Al Cielo, al Cielo!
- Kavrón al Cielo.
Y al Cielo que fue.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario