viernes, 29 de junio de 2012

EL PITO TECNOLÓGICO



79


EL PITO TECNOLÓGICO

Cano tenia un pito desarticulable que podía buscarse la vida por su cuenta, transmitiéndole las sensaciones al cerebro por ondas adelantadas (O.A.)

El miembro poseía unas cualidades fascinantes. Su autonomía era de varios quilómetros, se desplazaba en superficie con unas ruedecitas instaladas en la base a modo de testículos, y por el aire, volando silenciosamente.

Cano podía ver en pantalla los objetivos gracias a una cámara instalada en la punta y dirigirlo si no estaba programado. Por ejemplo, si desde casa lo orientaba para perseguir a una señora, ya no podía modificar los acontecimientos.

Tambien se programaba para la aventura y así, el Pito se metía donde podía.

De esta manera la vida sexual de Cano era variada y divertida habiendo conseguido deseos difíciles de satisfacer. Raramente era rechazado, aunque a veces había tenido que usar técnicas de violador o penetrar durante el sueño.

Una vez fue secuestrado por unos maricas que dieron buena cuenta de él, incluso lo sometieron a tortura eléctrica. Menos mal que pudo escapar.

Sus aventuras son innumerables. Imagínense:

La señorita Aurora, admirada por Cano, recibió la visita del Pito

que se posó blandamente en la ventana, erguido, erecto, brillante. Cuando ella lo vio abrió mucho los ojos.

El aparatito se introdujo en el salón y se posó en el suelo, a sus pies. De la ranura central salió una luz roja que apuntó entre sus piernas.

Aurora se inclinó y lo cogió con la mano: estaba caliente, palpitaba, tenia vida propia. Lo acarició casi sin querer, exhalaba un aroma sugestivo, tanto que lo apartó de sí y lo tiró. Pero el Pito voló suavemente y se posó en el suelo. Usando las ruedecitas se acercó a la chica que, asustada, retrocedió. El Pito avanzaba haciendo rrrrrr... Llegaron al dormitorio. Ella se tendió en la cama; no se podía creer lo que ocurría. El mecano se abrió paso entre sus piernas y llegó a la ingle. Empujaba, empujaba.

Aurora se quitó las bragas y se dejó penetrar. Nunca había sentido nada igual, aquello la poseía con fuerza, su motor apretaba, efectuaba movimientos mete-saca, oscilatorios... ¡Era una máquina la que le daba placer! Y la satisfizo totalmente.

Luego se fue volando como un pajarito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario