lunes, 25 de junio de 2012

EL DEPREDADOR



45

EL DEPREDADOR


El depredador me ha llamado por teléfono:

   - Te tengo vigilado, bicho, eres mi próximo trofeo.

   Y colgó.

   En un principio no hice mucho caso del asunto. Pero luego decidí llamar a la policía ya que había leído algo de cierto cazador urbano arrancador de cabelleras y testículos.

   Me confirmaron todos los temores. El depredador actuaba así, vigilaba a los elegidos y cuando los conocía suficiente les telefoneaba para ponerles sobre aviso. De esta manera convertía la caza en más emocionante.

   Me cagué. Según dijeron era implacable, técnicamente perfecto, entrenado, feroz, demoniaco... ¿Y qué cojones hacia la policía aparte de asustar a los ciudadanos con semejante información? Tenían sus teorías. ¿Teorías? ¡Maldito sea todo!

   ¿Quien necesita teorías cuando va a perder el pellejo?

   Pues sí. Ya habían capturado a tres, eran criminales sin entrañas que se relevaban unos a otros al caer en manos de la justicia. Osea, el que actuaba ahora estaba preparando a su sucesor para que cuando fuera capturado le sustituyera en el oficio de depredador. No sabían quién había iniciado la cadena. Podía darme por muerto, descabellado y descojonado...

   Paseé por la casa como una fiera acorralada, temblando, furioso. Me armaría hasta los dientes, vendería cara mi vida.

   Planeando mi defensa estaba cuando sonó el teléfono. Era “el Depredador”.

   -¡Hola, bicho! ¿Ya te has puesto al corriente? ¡Te voy a joder así!: ¡Clac-clac!

No hay comentarios:

Publicar un comentario