martes, 26 de junio de 2012
ENTIERRO
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ENTIERRO
La práctica inexistencia de tierra en Modelo planteó un serio problema a la hora de la muerte de sus ciudadanos.
Comenzaron con lo más fácil: crematorios. Los cuerpos se incineraban y asunto concluido.
Pero pronto hubo cuerpos que no merecían ese final. Muchas eran las causas aducidas para ello, algunas muy importantes, como ser Padre de la Patria, artista inmortal, prohombre, bienhechor, ídolo de las masas, cerebro portentoso, deportista único, folklórica, guerrero, expedicionario, reformador, sindicalista, parlamentario egregio, piloto de carreras...
Llegó un punto en el que se comercializó totalmente la conservación de cuerpos, dando lugar a contenciosos sin cuento. Porque te los podías llevar a casa y mantenerlos perfectamente como objetos decorativos. Y los podías heredar. Los había públicos y privados, clubes de cadáveres, exposiciones, catacumbas. Se podían comprar y vender, regalar y robar, llevar y traer...
Un lema se impuso: "Lo que tuvimos, tengámoslo. Se le puede sacar provecho".
La secta K´RRK´RRK´RK impuso a sus seguidores la fosilización y depósito en el Espacio Exterior.
Eligieron una bella zona de asteroides como anclaje. Soltaban los cuerpos, duros como piedras y los dejaban vagar sin fin entre las rocas muertas. Los viajeros atraviesan estos lugares temiendo un encuentro con un cadáver, ya que es notorio y manifiesto que anuncia mala suerte y calamidades para una temporada.
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