lunes, 25 de junio de 2012
EL INSONETO DE LA BALSA DE ACEITE
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INSONETO
Estuve en una balsa de aceite:
el horizonte infinito de verdes,
un olor afrutado esperanzando,
libre de presiones o psicosis.
Chapoteando con patitas de azar
en el plácido aburrimiento.
Rebotando en la superficie de las cosas,
ni desliz, ni quebranto, ni sorpresas.
Los días eran tazas de brebaje,
la noche espesa de estrellas viscosas.
En el aire suave de terciopelo,
chispas sofocadas de rubíes vegetales
con la luna aceitada.
Llegué a soñar con una tempestad.
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