lunes, 25 de junio de 2012

CANGREJO




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CANGREJO

Encontró a su marido y a su hija de tres meses muertos en el cuarto de baño. Enloqueció.

Él estaba tirado en el suelo, inmóvil y la niña ahogada en la bañera. Lo más terrible que se pueda imaginar.

Llamó a los vecinos, llegó la policía, cuente, cuente...

Subía por las escalera cantando una cancioncilla, llegaba a casa, un ,dos ,tres, cuatro, cinco... Y antes en la calle, allá a lo lejos humo, el sol en los edificios, frío, los pasos de siempre, cargada con bolsas, la mañana avanza, frutería, pescadería, carnicería, una cola en el banco de diez minutos, leyendo... Atrás, atrás, atrás, le tocaron el culo en el metro atiborrado, desagradable rapiña, nadie pestañea, manos ávidas, masturbaciones ridículas. Como una bala hasta las oficinas de Azca, es que no tardó nada. Y allí arriba aquellos presuntuosos que cabeceaban y se pavoneaban, si, si, si, si, si, si, todo el rato diciendo sí para al final decir no. No se sale del absolutismo. Atrás, atrás, es todo tan fácil, escapar hacía atrás, ahí están, llegaré a ellos. Antes de la entrevista estuve en la recepción, decorados divinos, secretarias galácticas, sentimientos de pega. Te miran de aquella manera, ¿entra?, si, si, me esperan. Y el caso es que cruzando los jardines estaba excitada, veía la torre a lo lejos, resplandeciente, piso treinticuatro, jamás estuvo tan alto.

Brillos a la carrera al salir del metro, olores a desayuno, bullían los madrugadores por las cafeterías, oficinistas, ejecutivos, papeleras, las máquinas electrónicas te saludan. Y antes, sardina de vagón, los túneles meados, los vagabundos tirados por los rincones. ¡Qué frío hacía esta mañana! ¡Qué helada espléndida! Los coches escarchados, blancos los jardines, nubecitas salían de todas las bocas, cortaba el aliento... Un resbalón en la acera y se chocó contra un señor, le cayó encima desequilibrada, perdón, perdón, la cogió en sus brazos para que no se cayera, gracias, toda azorada, sí, sí , esta mañana, solo salir de casa he resbalado y me he caído hacia la izquierda, contra un hombre que pasaba por allí y me ha cogido en sus brazos, de verdad, y ha evitado que me estrellara. Ha sido como una película. Me puso de pie y ya está, gracias, gracias, oh, de nada, de nada, encantado, encantado, tontería, no sé como ha sido, este tacón y...zas, tontería, bajé las escaleras de prisa. Y antes, con la puerta abierta estaban ellos, dile adiós a mamá, ya he llegado , puedo entrar, ahí están ellos, ¿verdad que están ellos?... Yo ya no me iré a nada y atrás, atrás, le daba el biberón en su dormitorio…

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