viernes, 29 de junio de 2012

EL ÚLTIMO CRISTIANO MEDIEVAL




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EL ÚLTIMO CRISTIANO MEDIEVAL

Leyendo una revista exotérica conocí la historia de Justo, el constructor de una catedral:

“ Hace treinta años este fraile frustrado tuvo la intuición religiosa de hacer una catedral con materiales de deshecho”.

Comenzó con los cimientos y una cripta. Una labor callada y anónima. Cuando surgieron los muros, la gente consideró que estaba chiflado. Pero pasaron los años y la tenacidad del místico triunfó.

La iglesia es una mole que se alza sobre ocho mil metros cuadrados y que él ha levantado a base de trabajo y talento innato. Las dimensiones son anonadantes: cúpulas, torres, muros altísimos, capillas, altares, casas vivienda para sacerdotes, bóvedas, más torres, el crucero, vidrieras, etc.”

“ Estilos arquitectónicos tomados de los más variados edificios civiles o religiosos.”

“ Justo es un iluminado a la vieja usanza. Cree en la infalibilidad del Papa y la exclusividad católica. Vive pobremente y viste mas pobremente aún, ayuna, se alimenta lo menos posible, es casto, trabaja de sol a sol...”

“ Sus opiniones están en la onda del momento: el cristianismo sembrado en España se ha marchitado, se va tras el lujo y el consumo: "Llega usted a casa de un cristiano y es un palacio, todo adornos, todo esclavitud, todo erróneo. Cristo es lo importante"

“ A simple vista parece un peón de albañil, con su boina y sus harapos, ya viejo. Sin embargo habla y se le nota dotado de una energía extraordinaria y de una cultura insospechada. Su trabajo le ocupa todo el tiempo, es la creación de su vida. Presume de ser pobre, de ser feliz, de orar permanentemente, de estar en el camino.”

“ No ve milagros, ni a santos, vírgenes o cristos. Le duele la sociedad actual, sin ideales, alejada de la verdad, prisionera de la ciencia, prisionera del mal en forma de Progreso.”

“ Las palabras fluyen de sus labios sin esfuerzo. No es un iluminado, está en sus cabales, su fe es absoluta. Es sencillo, singular, visionario, recto, austero, disciplinado” .” "Todos tenemos deseos, pero hay que superarlos. Amor a Cristo, sino el Diablo se percata y termina uno claudicando"

Hace todos los sacrificios posibles para mantenerse íntegro y acabar su tarea.

Sólo quedan por rematar las partes altas de la catedral y la bóveda.

“ No guarda recuerdos del pasado, como si en su vida sólo hubiese existido el presente cotidiano y su permanente entrega a Dios:” "Con la fe y la constancia lo he conseguido, me alegra haberlo comenzado, porque creo que al Creador no se le puede ofrecer mayor cosa que edificar templos en su honor"…

Pasaron los años y lo vi en la televisión. El decano de arquitectura miraba alucinado la iglesia, más terminada, y desconfiaba de la seguridad del edificio. Replicaba Justo afirmando su obra y dudando de la seguridad de otros edificios de Madrid.


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