miércoles, 11 de julio de 2012

LA PIEDRA SAGRADA





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LA PIEDRA SAGRADA

Esto eran unos niños que andaban a pedradas. Hasta que a uno le dieron en la cabeza con potencia. Cayó desmayado. La piedra rebotó a un lado. La cogió otro niño, la miró, era redondeada y tenia algo grabado en la superficie. La arrojó con fuerza. Cayó otro. Los del bando contrario la lanzaron, otro al suelo. Volvió a la carga, más desplomados.

Aquella piedra era maravillosa: uno y otro de rebote. Al aire, y caían más. Ya no quedaba nadie sobre el campo de batalla.

Unos hombres que contemplaban el suceso recogieron la piedra, la llevaron al templo y relataron lo ocurrido. Un sacerdote la tomó en sus manos y la inspeccionó: no sabia descifrar los signos escritos en ella. Tiró la piedra hacia arriba para ver qué pasaba. Bajó con fuerza y le dio en la cabeza abriéndole una brecha. Furioso, la arrojó del templo, pero volvió como un bumerán y le dio en la frente tumbándolo patas arriba.

La piedra se quedó en el templo. No había quien la echara de allí.

Seguramente era sagrada.

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