EL FANTASMA DEL VASO
Mariano tenia un vaso en el que vivía un fantasma. Lo cogías y parecía normal. Pero cuando echabas la bebida, se llenaba de una manera especial. Y luego el líquido descendía de manera alarmante, sin que te dieras cuenta. Te quedabas sin bebida con rapidez. Lo volvías a llenar y sucedía lo mismo.
Cuando lo descubrías, Mariano se reía. Traía una botella de tintorro y hacia demostraciones. ¡El fantasma bebía de cojones! Los vasos eran visto y no visto. Se cogería unas borracheras tremendas.
132
EL FANTASMA DEL VASO II
De vez en cuando, Mariano, organizaba una fiesta y le daba el vaso a una incauta. El fantasma se lo vaciaba lentamente, sin que se diera cuenta. Se le volvía a llenar y así varias veces.
Pronto se acusaba a la propietaria del vaso de borracha. Se le llenaba hasta arriba y se la vigilaba estrechamente.
Daba sorbitos pequeños y bajaba, bajaba. Bebía de vez en cuando y bajaba, bajaba. Sorbitos espaciados, otro, casi solo mojando los labios, sorbitos, bajando, bajando...¡vacío!
-¡Qué tía, ya se lo ha terminado!
-¡Qué borracha!
- Echadle más.
La incauta no salía de su asombro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario