miércoles, 11 de julio de 2012

CUENTO DE EXTRATERRESTRES





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CUENTO DE EXTRATERRESTRES

Aquellos extraterrestres tenían una especie de clavija resorte en la cabeza. Si en un momento de descuido se la sacabas, se quedaban paralizados. Y te quedabas con aquella extraña pieza en la mano: de unos treinta centímetros de alto y parecido a un edificio de muchas plantas, con aquellos hilos que rezumaban un extraño líquido semejante a aceite. Todo brillante y de colores, con esa infinidad de ventanitas a través de las cuales se intuye un fantástico mundo, un edificio tecnológico en miniatura...

Y si se lo acoplas de nuevo se recuperan en un rato y vuelven a ser lo que eran.

Hay quien ha intentado examinar a fondo la esa pieza fundamental de los extraterrestres: dicen que es un edificio entero, con un mínimo de cien plantas y que dentro se mueven los auténticos y diminutos extraterrestres, siendo los individuos que vemos simples robots.

Nadie ha podido acceder al interior de semejante estructura, pero se sospecha que puede dar cabida a miles de ellos.

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